Rolando Chateauneuf

Para muchos el proyecto de la nueva constitución tiene defectos importantes. Se estima hasta ahora que es muy probable su rechazo y si se llega a aprobar, sería por un porcentaje muy bajo; hay consenso en que una nueva constitución, sobre todo en democracia, debería tener un amplio apoyo. Y si eso no se genera, favorece a que se presenten a futuro fuertes conflictos políticos y sociales. Al respecto, en mi opinión, fueron muy acertadas las palabras del ex Presidente Ricardo Lagos Escobar.

El texto aprobado recientemente por la Convención Constituyente, tiene componentes considerados positivos; pero otros tremendamente negativos. Incluso, por uno negativo importante, el proyecto completo podría o debería rechazarse.

Se me ha ocurrido proponer seguir otro camino para lograr un gran apoyo y aprovechar lo positivo expuesto en lo aprobado por la Convención. Por una parte ello permite aprovechar aportes interesantes y por otra, se evita crear un desaliento basado en que todo el trabajo realizado y los recursos humanos y económicos empleados, no habrían sido de utilidad.

Mi proposición es la siguiente.

Nombrar un nuevo equipo constitucionalista formado por todos los académicos universitarios especializado en lo constitucional; se debe entender de hombres y mujeres. Grupo que podría llamarse Consejo Constituyente. Él estaría encargado de dos grandes tareas que terminarían en sendos plebiscitos sucesivos

Ese Consejo, al asumir, tendría la tarea de presentar una consulta que estuviera compuesta por diferentes temas que se deriven del proyecto emanado de la Convención Constituyente. Podrían ser por ejemplo unos 10 grupos de temas, partiendo por los formados por materias que se supone tienen más aceptación, para ir agregando los otros de paulatina probable menor aceptación hasta llegar a los que posiblemente tendrían mayor rechazo.

Ese material llevarlo a consulta plebiscitaria con tres alternativas de pronunciamiento: aprobación, en blanco o rechazo.

Con los resultados de esa consulta, el grupo de académicos podría tener una base importantes de información para prepara además con sus conocimientos y experiencias un nuevo proyecto de constitución, el que debería llevarse a un nuevo plebiscito. Probablemente lo propuesto tendría una alta aprobación.

Es probable que todo el proceso pueda ser relativamente más rápido y generar una constitución de una menor extensión.