Medicina natural, actualidad y economía

Muy interesante entrevista de “Interferencia.cl” al economista Ricardo Ffrench-Davis publicada el 6 de abril de 2020 sobre la economía chilena y sus sugerencias

Ricardo Ffrench-Davis es un destacado economista chileno. Copio el inicio de lo que publica Wikipedia sobre este profesional:

En su currículum destacan los grados académicos de Magíster (1961) y Doctor en Economía (1971) de la Universidad de Chicago. Es Ingeniero Comercial (1962) por la Universidad Católica de Chile; titulado en las dos especialidades de economía y administración. En 2005 el Estado de Chile le otorgó el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales.

Junto con Alejandro Foxley, Óscar Muñoz y Patricio Meller, entre otros, fue uno de los fundadores de la Corporación de Investigaciones Económicas para América Latina, CIEPLAN, donde desarrolló su trabajo como investigador entre 1976 y 1990, cuando fue designado Director de Estudios y Economista Jefe del Banco Central de Chile; cargo que ocupó hasta marzo de 1992 cuando ingresó en CEPAL con el cargo de Asesor Regional Principal de CEPAL hasta 2004.

La entrevista la hace Víctor Herrrero A. de Interferencia.cl. Ella viene titulada así

Ricardo Ffrench-Davis: «Las platas de las AFP hay que ponerlas progresivamente en desarrollo productivo para salir de esta crisis

Nota. Puede extraerse su texto completo por internet con fuente: https://interferencia.cl/articulos/ricardo-ffrench-davis-las-platas-de-las-afp-hay-que-ponerlas-progresivamente-en-desarrollo

 

El título sólo menciona uno de los tantos planteamientos que responde a las preguntas que se le hacen. Contiene otros muy importantes.

Presento en este artículo las preguntas que le hizo el entrevistador al economista y los contenidos, a mi juicio, más importantes de sus respuestas. Además entrego algunos comentarios.

Los párrafos siguientes son los que con se inicia el artículo.

Los efectos del coronavirus en la economía llevan a que incluso la prensa liberal británica hable de la necesidad de un mayor Estado y enfoques de políticas públicas que apunten a la redistribución del ingreso y a poner límites al capital financiero. Ideas que por años viene sosteniendo este economista, a contrapelo del hábito intelectual de la mayor parte de sus colegas chilenos de pensar solo dentro del modelo.

Ricardo Ffrench-Davis es uno de los más reputados economistas chilenos, pese a que es un disidente del pensamiento que ha dominado el campo desde los tiempos de la dictadura; el neoliberal.

Paradójicamente Ffrench-Davis es doctor en Economía de la Universidad de Chicago en 1971, escuela de la que luego saldría la camada de economistas neoliberales que ocuparon los puestos de decisión en las décadas de los 80, 90, 2000 y 2010; los famosos Chicago Boys. 

Hoy la labor de este economista la desempeña en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, desde donde ha ido realizando una fuerte crítica al modelo chileno, pero también ofreciendo alternativas a este.

Tras el estallido social y la crisis por el coronavirus, que demandará más y mejor Estado, las ideas de Ffrench-Davis, cobran una renovada actualidad.

A continuación se presentan las preguntas de la entrevista y las respuestas con algunos comentario míos

Primera pregunta
En marzo el gobierno anunció un plan económico de emergencia por 11.000 millones de dólares, uno de los más grandes de nuestra historia ¿Es suficiente para paliar los efectos sociales de empleo y salud pública de la población?

Señala que es muy insuficiente, además que del orden de los dos tercios son gastos transitorios porque después se recuperan..

 

Segunda pregunta
Se trata de un esfuerzo fiscal en torno al 4,7 %  del PIB, muy por debajo de los esfuerzos públicos de otros países de la OCDE.

Critíca ese anuncio del 4,7 % del PIB ya que parte del gasto se va a compensar. Lo importante es terminar los problemas de la gente. Plantea que mucha gente circula aún puede estar contaminando, los que respetan las restricciones es una fracción de lo que se necesita. Gente de ingresos altos pueden desempeñarse desde sus hogares, lo que es más difícil para sectores de ingresos medios y bajos como los que trabajan en turismo, en transporte y en otras actividades.

 

Tercera pregunta
Hay muchos quienes critican que nuestras autoridades parecen más preocupadas por los efectos que esta crisis pueda tener sobre el PIB y las utilidades de la empresa que sobre la salud de la gente ¿Qué opina al respecto?

Afirma que esto va a causar un efecto en el PIB. Lo que se va agravando a medida que avanza la pandemia.

Hay que preocuparse de que esto no sea estructural ni permanente. Hay que preocuparse de que las empresas no mueran; las de más riesgo son las pequeñas y medianas. Debe darse un trato especial a las pymes (créditos, donaciones, generarles demanda. Lo que ha manifestado el Presidente es insuficiente e incompleto).

Se necesita algo más sistemático. Esencial y prioritario es que la gente no muera; tratando de conservar los empleos y si no se puede pagar, actúe el Estado. Esto lo manifiestan recientes escritos de The Economist, de Financial Times y de The New York Times. Para ello se necesita un Estado coherente, decidido y sistemático que actúe para la posibilidad de recuperación después de terminar la pandemia. Se necesita que no queden daños permanentes en la gente ni en las empresas. Pero señala que en Chile las medidas han sido insuficientes, con recursos limitados y con fallas. Se nos había ido echando a perder la economía y la sociedad chilena. La transparencia, la honestidad, el nivel de inversión productiva, las mejoras de productividad y la calidad de empleo, se nos habían ido deteriorando después de los diez años iniciales de democracia, que fueron notablemente exitosos, cuando Chile pasó de tener un ingreso por habitante menor al promedio de América Latina y 15 años después pasamos a estar por sobre ese ingreso.

Manifiesta que en el país se ha ido echando a perder la economía y la sociedad. Señala textualmente que: “La transparencia, la honestidad, el nivel de inversión productiva, las mejoras de productividad y la calidad de empleo, se nos habían ido deteriorando después de los diez años iniciales de democracia, que fueron notablemente exitosos, cuando Chile pasó de tener un ingreso por habitante menor al promedio de América Latina y 15 años después pasamos a estar por sobre ese ingreso”.

Cabe destacar su referencia a la globalización. Expresa: Aprendimos a manejar globalización. Eso lo fuimos perdiendo en el camino, nos fuimos moviendo hacia una moda neoliberal. Y esa es una de las cosas que están en discusión en el mundo desarrollado. Está en discusión en Estados Unidos, en Inglaterra… mucho en Francia, de parte de la izquierda y la derecha francesa; en Alemania también.

En mi opinión lo anterior es muy importante. Con la apertura asociada a una apertura externa amplísima en cuanto a importaciones, sin política arancelaria y con una muy deficientes política cambiaría, tenemos casi destruida la industria manufacturera  con el consiguiente daño en el empleo formal.

 

Cuarta pregunta
Quiero retomar un punto que mencionó antes. El tema de las pymes, que más allá de si se trata de un gobierno más a la derecha o a la izquierda, es como un mantra de cualquiera.

Él responde afirmativamente, que eso ha sido sistemático. Textualmente señala:

Derecha, izquierda hablan de las pymes y después los gobiernos se olvidan. Durante la dictadura se destruyeron pymes. Esta fue tajante y cruel con las pequeñas empresas, que se achicaron y hubo un debilitamiento enorme de ellas. Con muy poquita formación de capital. Es increíble lo poco que se invirtió en la dictadura. Los empresarios pueden haber estado felices en la dictadura, pero no se metían la mano al bolsillo para construir.

Después la inversión creció enormemente en pequeñas, medianas y grandes empresas, hubo un resurgimiento de ellas, y después se empezaron a trancar por la forma en que se comportó la economía: la moda neoliberal.

Mucha especulación, tasas de interés usureras, poco acceso al crédito por parte de las pymes, sin inversión ni capacitación laboral, sin crédito de largo plazo, mucho crédito de corto plazo para la especulación y no para el desarrollo productivo.

Corregir eso tenemos que hacer dar un gran impulso transformador, para que las pymes puedan ir tomando fuerza e ir transformándose en un motor del desarrollo.

En países desarrollados del norte todavía tienen un rol importante las pequeñas y medianas empresas. Esa es la forma de democratizar la propiedad, que no esté todo concentrado en diez grupos económicos; con ello al crecer económicamente se favorecen todos.

 

Quinta pregunta
En cuanto a los bancos ¿Han respondido a la baja de la tasa de interés del Banco Central, como para devolver la mano a las pyme y los ciudadanos de cuando fueron rescatados por el Estado en los 80?

Señala textualmente:

Eso no surge espontáneamente. Eso requiere de una gran reforma del mercado de capitales, creando banca de desarrollo o líneas de crédito de largo plazo. Porque para el desarrollo productivo no basta con el capital de trabajo y el corto plazo. Se necesita fondos para poder modernizar empresas y expandirlas.

Los jóvenes emprendedores que no tienen patrimonio y tienen buenas ideas no tienen acceso al mercado de capitales regularmente. Están excluidos. Para esto hay que tomar el toro por las astas y hacer una gran reforma del mercado de capitales para el desarrollo productivo y para la democratización del crédito. Para las tasas de interés.

Hace una dura crítica al mercado de capitales chileno. Textualmente señala:

Tiene que haber intervención pública en esto. Los mercados de capitales libres, libres, libres… tienen tasas de interés tremendamente discriminatorias contra los sectores medios y bajos. Necesitamos reforma formal del mercado de capitales, como lo hicieron los europeos en la posguerra.

 

Sexta pregunta
En Chile hay reservas de ahorro que son multimillonarias. Hablo de las AFP. Hace poco se dio a conocer que en Perú, el Congreso aprobó que se puedan liberar hasta el 25% de esos fondos para los ahorrantes. Considerando que vivimos en una sociedad de consumo donde, en promedio, el PIB está compuesto por un 60% de consumo ¿No sería el momento de repensar la manera de cómo nos hacemos cargo de esos fondos e incluso pensar en echarles mano?

Responde que ha propuesto desde hace 30 a 40 años que esos valores son ahorros de los trabajadores. Usarlos no significa gastar esa plata sino usarla en beneficio de ellos. Podrían ir a una banca de desarrollo, de créditos de largo plazo. Ahora ese ahorro está invertido en acciones, en bonos de corto plazo, en mercados financieros. Un tercio en mercados internacionales. Muy poco va a procesos productivos.

Propone una reforma para que los dineros de las AFP vayan gradualmente hacia la banca de desarrollo y el financiamiento de desarrollo productivo. Los proyectos de crear la AFP estatal fueran a ese destino, junto con gradualmente se reasignaran las de todas las AFPs.

No comparte lo que ha hecho Perú, en que parte de esos fondos financien necesidades de los ahorrantes, incluso que en el caso de Chile vayan a cubrir problemas financieros derivados de la pandemia que nos afecta.

Se necesita ahora solidaridad, hacerlo con recursos fiscales. Considera bien que se baje la tasa de interés, pero el gran esfuerzo tiene que ser inversión y gasto público para darle salud a la gente, alimentación y necesidades básicas durante los momentos de urgencia e ir preparando una recuperación que no es volver a la normalidad anterior, sino que a una nueva normalidad, en que podamos crecer para incluir, crecer para el empleo. El crecimiento bien hecho, no a la neoliberal.

En mi opinión, creo que conviene recordar que el antiguo sistema de reparto utilizaba recursos para construir y para otros destinos como reforestación, actividades que junto con crear patrimonios reales generaban empleo todo ello en el país.

Bien podría ahora financiarse grandes obras públicas como las viales, que se han financiando con recursos financieros externos a los que se le garantizan altas y crecientes rentabilidades. Al ser con capitales nacionales posiblemente ello contribuiría a un mayor empleo de profesionales chilenos.

 

Séptima pregunta
Cuando usted habla de «un mayor esfuerzo fiscal» ¿Cómo lo hacemos en Chile? ¿A través de mayor endeudamiento o como en Argentina, imprimiendo más billetes a través del Banco Central?

Destaca que estas grandes emisiones generan hiperinflaciones como en los casos de Argentina, Brasil y Perú.

Pero actualmente en Chile la demanda se ve contraída y lo hará más. Hoy el país necesita aumento de la liquidez.

Textualmente señala:

Y ahí están las propuestas en que el Banco Central pueda, en condiciones especiales, comprar papeles en la Tesorería. Cosa que se ha hecho en magnitudes muy fuertes en los esfuerzos de recuperación de la crisis del 2008 y el 2009 en varios de los países desarrollados.

Eso sí es responsable. Lo irresponsable es pensar «mira el desarrollo se financia con impresión de billetes». El desarrollo con esfuerzo real de equipos, maquinaria, construcciones que dan empleo sostenido a lo largo del tiempo.

Para mí ha sido una sorpresa que haya sucedido esto y que considere que debería hacerse de nuevo.

La Constitución de Chile solo permite que el Banco Central preste al Gobierno en caso de guerra o temor de guerra. Haber hecho lo que se hizo ante la crisis del 2008 y el 2009, lo considero un resquicio legal; dudo que sea un procedimiento totalmente ético. He captado que entre los economistas se ha tratado este tema, algunos destacados no están de acuerdo con este resquicio.

Yo he propuesto en varias ocasiones que se modifique la Constitución  y que se agregue a guerra y temor de guerra, como razón para ese préstamo, una calamidad nacional aprobada por el Ejecutivo y una amplia mayoría del Senado. Para el gran sismo del 2010 debió establecerse en esa oportunidad, para hacer la reconstrucción sin quitar recursos aprobados para hacer inversiones en regiones no afectadas por el sismo.

 

Octava pregunta
La crisis financiera global del 2008 y 2009 fue un fuerte golpe para el capitalismo globalizado. Ahora hay voces -por ejemplo una editorial del Financial Times- que llaman a repensar la política económica de las últimas cuatro décadas. Vale decir la época que empezó con Margareth Thatcher, con Ronald Reagan y con la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. Esto es aceptar que el Estado, luego de esta crisis, va a tener que tener un rol mayor, y que habrá que buscar un nuevo contrato social, como lo fue post segunda guerra mundial ¿Qué tiene que decir al respecto?

Inicia la respuesta señalando: Bienvenido el Financial Times a decir lo que nosotros veníamos diciendo desde los tiempos de la dictadura.

Continúa con valiosas informaciones y opiniones:

Al comienzo de la democracia muchas de esas cosas se hicieron. Se fortaleció el Estado al comienzo, se aumentaron los impuestos progresivamente. La dictadura había dejado a las empresas sin impuestos.

La democracia restableció el impuesto a las empresas y lo subió aumentando la producción de impuestos en 20%.

El problema es que luego de 5 o 7 años deberíamos haber puesto 2 o 3 puntos más. Porque teníamos una carga tributaria notablemente baja comparado con las economías desarrolladas. Las economías desarrolladas, en la posguerra, fortalecieron el Estado, y ahí Francis Fukuyama dice: «no hay país desarrollado que lo haya conseguido con un Estado débil».

Interesante lo que afirma: “País desarrollado, Estado fuerte. Si tiene recursos, debe ser ordenado, transparente, sin corrupción”.

Muy interesante es lo que manifiesta: “El neoliberalismo nos empujó desde Pinochet y Reagan en la dirección opuesta. Eso es un retroceso del cual debemos deshacernos para ir acercándonos a la exitosa experiencia de los países que hoy día están más desarrollados”.

 

Última pregunta:
En el caso de Chile, la crisis del coronavirus viene encima de la crisis del estallido social, cuando millones de chilenas y chilenos salieron a la calle exigiendo un capitalismo más justo, porque no fue antisistémico. Con ambas cosas sumadas ¿cree que estamos asistiendo al fin del modelo chileno de las últimas tres o cuatro décadas?

Presento la respuesta completa:

Depende. Yo creo que no podemos volver a la normalidad anterior, a la cual nos habíamos acostumbrado por inercia. De no ir resolviendo problemas de inclusión, dignidad, de desarrollo productivo versus desarrollo especulativo, de repetir y repetir las cosas sin ir mejorando la manera de hacerlas.

Necesitamos una nueva normalidad. Y en Chile hay un riesgo de que con estas dos crisis se concentren todas las fuerzas en eso, y se deje de pensar qué es lo que tenemos que hacer después. Debemos estar listos para lo que viene después. Sea para el próximo gobierno, o para tener un programa transformador de fondo. Eso va en la dirección de lo que dijo el Financial Times, otros medios y varios premios nobel de economía. Y uno dice: «bienvenidos».

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2 comentarios

  1. Don Rolando:
    Antes que todo, lo felicito por excelente artículo. Cuando a la banca privada el Estado chileno le ayudó a salir de la crisis económica de los años 80, fueron en parte con aportes de los impuestos pagados por las contribuciones de los chilenos. Es lamentable que cuándo el Banco Central de chile, baja las tasas de Interés, No se traspasen en forma efectiva a las pymes y personas cuándo solicitan créditos y préstamos para financiamiento de sus necesidades. He podido comprobar tal injusticia al pedir simulaciones
    de créditos y préstamos en diferentes bancos (mismo monto capital y números de cuotas) , antes y después del que banco central tome las medidas de BAJAR LA TASA DE INTERÉS!!
    Atenta y cordialmente,
    Leonardo

  2. 11 de abril de 2020

    Estimado Leonardo:
    Coincido con su opinión. Poco se recuerda que la ayuda a la banca privada en comienzos de los 80s se condicionó a que nadie tuviera más alla de un 3% de la propiedad de un banco. Lo que no se cumplió, e incluso el Banco del Estado le prestó plata aun empresario para que se comprara uno de los bancos privados más grande de Chile.
    El Estado debiera ayudar a las pymes después de estudiar cada caso hacerle un aporte de capital para que salga adelante y se trasforme en una especies de empresa mixta con compromiso de que paulatinamente la empresa vaya comprando ese aporte. Incluso podría considerarse que el apor se valorizara el UF.
    Las políticas monetarias poco sirve en momentos de crisis. Se requieren políticas fiscales.
    Atentamente. Rolando

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